Con la primavera a la vuelta de la esquina, los pájaros silbando suavemente y los días cada vez más largos, es el momento perfecto para que muchos ciclistas preparen sus bicicletas para salir al aire libre.
Tanto si acumulas kilómetros durante todo el año como si le das a los pedales sobre todo en primavera, una cosa es cierta: una bicicleta reluciente y bien mantenida proporciona más comodidad, seguridad y, lo que es más importante: ese extra de diversión.
En esta entrada del blog descubrirás en 6 pasos claros cómo poner a punto a tu compañera de dos ruedas para la nueva temporada de primavera.
¡Pongámonos manos a la obra!
1. Una limpieza adecuada
¿Por qué merece la pena limpiar?
Una bicicleta limpia no sólo tiene mejor aspecto, sino que también funciona mejor. La suciedad puede acumularse y provocar el desgaste de rodamientos, cadenas y desviadores, así como molestos chirridos o crujidos. Además, al limpiarla descubrirás cualquier (pequeño) desperfecto en el cuadro.
Lo que necesitas:
- Cubo con agua
- Jabón suave (por ejemplo, detergente para vajilla) o limpiador especial para bicicletas
- Esponja o cepillo suave
- Un cepillo o cepillo de dientes viejo para las esquinas pequeñas
- Paño(s) suave(s) para secar
Cómo proceder:
Primero bien en el agua jabonosa: Se sumerge la esponja o el cepillo en el cubo de agua jabonosa y se limpia a fondo primero el cuadro y luego el resto de la bicicleta. Los bordes del sillín y las zonas de difícil acceso también merecen atención.
Cepillado: La suciedad persistente en llantas, plato o vainas debe eliminarse con un cepillo suave.
Detalles de limpieza: Con un cepillo pequeño, los cambios y desviadores salen al rescate.
Aclarar y secar: Después de enjabonar y cepillar, acláralo todo bien con agua limpia y sécalo a golpecitos con un paño limpio.
Pulido para el brillo: Para el verdadero toque final, utiliza un paño de pulido para que el cuadro y las piezas vuelvan a brillar de forma óptima.
2. Inspeccione la bicicleta en busca de daños y desgaste
Razones para comprobar los daños
Una bicicleta con daños ocultos o piezas desgastadas puede crear situaciones peligrosas. Grietas en el cuadro, pastillas de freno desgastadas o radios rotos pueden estropear considerablemente la diversión de montar en bicicleta. Si revisas a tiempo y sustituyes las piezas desgastadas, no sólo pedalearás con más seguridad, sino que tus piezas durarán más.
Qué hay que tener en cuenta:
Cuadro y horquilla: Busque grietas, abolladuras u otros signos evidentes de daños.
Ruedas: Haz girar la rueda y comprueba desde arriba si corre recta a lo largo de la horquilla. Un "golpe" en la rueda puede indicar radios dañados o una rueda desalineada.
Holgura en los rodamientos: El juego de dirección, el eje de pedalier y los bujes de las ruedas no deben traquetear, tambalearse ni chirriar.
Sistema de frenos y cambio: Comprueba que todos los cables se mueven con suavidad y que no presentan grietas ni dobleces.
¿Has descubierto algún daño?
Si tienes maña, puedes reparar o sustituir piezas tú mismo. Si dudas de tus propios conocimientos técnicos, es aconsejable que contrates los servicios de un taller de bicicletas (local). Así tendrás la seguridad de que todo se arreglará de forma segura y profesional.
3. Lubricar las piezas giratorias
La importancia de la lubricación
La fricción es el mayor adversario de la conducción suave en bicicleta. Con el lubricante adecuado en el lugar adecuado, prolongará la vida útil de las piezas y la conducción será más silenciosa, suave y cómoda.
¿Qué piezas merecen atención?
La cadena: Una cadena seca chirría y se desgasta más rápido. Una buena limpieza y relubricación periódicas garantizan los mejores resultados.
Desviadores: Los puntos de giro de los desviadores delantero y trasero y las ruedas del desviador requieren una gota de lubricante de vez en cuando.
Rodamientos: Tenga en cuenta el juego de dirección, el eje de pedalier y los bujes. En muchas bicicletas modernas, estos rodamientos son sellados (rodamientos industriales). Si se desgastan, la mejor opción suele ser sustituirlos.
Cables de freno y de cambio: ¿Funciona todo bien? Si no es así, una gota de aceite o silicona en aerosol puede ayudar, o los cables deben ser reemplazados. Por supuesto, si tu bici tiene frenos de disco hidráulicos, esto no es aplicable.
Consejo de lubricación
Lubricación con cera: Hoy en día, la lubricación con cera está de moda. El lubricante a base de cera especial para cadenas de bicicleta funciona a la perfección, consiguiendo una cadena más suave y limpia.
4. Compruebe la presión y el dibujo de los neumáticos
Por qué es tan importante la presión de los neumáticos:
Agarre: La presión correcta en los neumáticos proporciona más estabilidad, especialmente en las curvas o en carreteras mojadas.
Comodidad: Los neumáticos demasiado inflados hacen que la bicicleta rebote más en superficies irregulares, mientras que los neumáticos demasiado inflados ofrecen una mayor resistencia a la rodadura.
Evitar pinchazos: Si la presión es demasiado baja, el neumático exterior puede desviarse hacia la llanta en carreteras irregulares, con el consiguiente riesgo de pinchazo e incluso de daños en la llanta.
Comprueba el estado de los neumáticos
La banda de rodadura: ¿Ves grietas, rozaduras o la banda de rodadura está casi lisa? Esto es señal de que un neumático nuevo no es un lujo.
Laterales: ¿Se están secando o hay grietas en el flanco del neumático? Esto podría significar que el neumático necesita ser sustituido.
Cuando lo haga, preste atención a la presión recomendada para el neumático, que normalmente se puede encontrar en el flanco del neumático. En el caso de las bicicletas de carretera, la presión es más alta (entre 4,5 y 9 bares), mientras que en las bicicletas de montaña y grava, lo normal es entre 1,5 y 3 bares. Los ciclistas sin cámara deben utilizar una presión de neumático más baja para mayor comodidad y agarre.
5. Comprueba los frenos
La seguridad es lo primero.
No es de extrañar que un juego de frenos en perfecto estado sea vital. Nadie quiere descubrir que la potencia de frenado se queda corta en una situación inesperada. Los frenos son relativamente fáciles de comprobar, y una revisión a fondo puede evitar accidentes.
En qué hay que fijarse:
Pastillas de freno: ¿Necesitan ser sustituidas? En los frenos de llanta, suele haber un indicador de desgaste. En los frenos de disco, las pastillas también deben revisarse periódicamente.
Tensión del cable de freno: En los frenos mecánicos, la tensión suele poder ajustarse con un tornillo de ajuste o a través de los propios bujes de freno.
Frenos hidráulicos: Comprueba que no hay fugas de aceite y que la presión de los conductos sigue siendo suficiente. ¿El freno chirría o arrastra? Si es así, es posible que tenga que ajustar la pinza o sustituir las pastillas de freno.
Distancia a la llanta o al disco: Las pastillas deben estar bien alineadas para que no arrastren.

6. Prueba de conducción
Probar es saber
Después de todo el pulido, la lubricación y la inspección, un primer paseo es la comprobación definitiva para ver si todo funciona como se desea. Esta prueba no tiene por qué ser larga, pero sin duda es recomendable antes de embarcarse en el primer viaje largo de la temporada.
La mejor forma de realizar una prueba de conducción
Preste atención a los sonidos: ¿Suena algo que traquetea, se resiste demasiado o produce un rozamiento inusual? Si es así, probablemente necesite algún ajuste.
Compruebe si hay holgura: ¿Está flojo el manillar, se tambalea el eje de pedalier o vibra la rueda al montar? Si es así, vuelve al taller para solucionar el problema.
Cómo va el cambio: Repasa todas las marchas. ¿La cadena y los desviadores funcionan con suavidad en todas las marchas?
Rendimiento de los frenos: Comprueba si hay suficiente potencia de frenado de inmediato y los frenos dosifican bien.
Si todo va bien, puedes empezar a planificar las mejores rutas en bicicleta con confianza.
Consejo: Compruebe la bicicleta con suficiente antelación antes de eventos o vacaciones.
No sólo al comienzo de la nueva temporada es conveniente revisar a fondo la bicicleta. Incluso cuando se planea un paseo en bicicleta más largo, una carrera o unas vacaciones, es inteligente echar un buen vistazo a la bicicleta. De ese modo, cualquier problema oculto se detecta y resuelve a tiempo.
Una buena revisión previa ahorra mucho estrés de última hora y posibles decepciones si, por ejemplo, los frenos no están bien ajustados o hay que cambiar los neumáticos. Si su bicicleta está en perfectas condiciones antes de la salida, podrá concentrarse plenamente en el reto ciclista previsto, en lugar de tener que preocuparse por los defectos técnicos.
Especialmente para ciclistas sin cámara: compruebe o sustituya el fondo de llanta.
Cada vez son más los ciclistas que descubren las ventajas de montar en bicicleta con cubiertas sin cámara, pero esto conlleva la necesidad de contar con el fondo de llanta adecuado. Tan pronto como cambies de una cámara de aire a tubeless (o ya montes tubeless), es inteligente comprobar el fondo de llanta bruscamente.
El fondo de llanta especial para tubeless sella el espacio entre la llanta y el neumático y evita las molestas fugas en los orificios de los radios. Los puntos de desgaste, las burbujas o los pequeños agujeros en la cinta pueden provocar una pérdida gradual de presión, lo que puede causar incomodidad y situaciones inseguras en la carretera. Una cinta tubeless bien ajustada es la base de cualquier montaje hermético. Así que asegúrate de que está en perfecto estado antes de empezar a acumular kilómetros de nuevo.
Consejo extra Mima tu bici con una mejora
Ruedas nuevas: la mejor mejora para cualquier bicicleta
¿Estás listo para darle a tu bici un empujón extra? Entonces invertir en un juego de ruedas nuevas es un salto de confianza. Un juego de ruedas altas de carbono proporciona una mejor aerodinámica, menor peso y un manejo más eficiente. Además, por supuesto, también tienen un aspecto estupendo.
También para las bicicletas de grava y de montaña, la actualización de las ruedas proporciona un mejor rendimiento. Especialmente en términos de estabilidad y agilidad, experimentará la diferencia de inmediato.
Otras innovaciones inteligentes
Considera la posibilidad de montar cubiertas más anchas: Cada vez más ciclistas de carretera están cambiando a cubiertas ligeramente más anchas. Esto proporciona mayor comodidad, agarre y seguridad.
Mejora el manillar y el sillín: Un buen sillín y un manillar ergonómico que se adapte a tu posición de conducción y a tu cuerpo reducirán el riesgo de sufrir dolores en el sillín y fatiga en las manos.
Iluminación inteligente: En primavera todavía puede estar gris y oscuro. Una buena visibilidad garantiza una conducción segura. Los sistemas de iluminación inteligentes conectados al ordenador de tu bicicleta detectan el tráfico que circula detrás de ti.
Conclusión
La primavera es una de las estaciones favoritas de muchos ciclistas, justo después de la hibernación. El mundo despierta, la naturaleza empieza a florecer y la luz del sol ilumina el paisaje. Motivación de sobra para salir a la calle.
La probabilidad de disfrutar de paseos agradables aumenta considerablemente si la bicicleta se limpia a fondo, se inspecciona y se ajusta correctamente de antemano. Con los 6 pasos que hemos comentado, más una posible mejora extra, tu querida bici de dos ruedas estará lista para enfrentarse al sol primaveral en un abrir y cerrar de ojos.
Los 6 más en resumen:
Limpieza adecuada: Elimina la suciedad y haz que tu bici vuelva a brillar.
Inspecciona: Localice daños y evite riesgos para la seguridad.
Lubrique: Mantenga la cadena, los cambios y los rodamientos en perfecto funcionamiento.
Compruebe la presión de los neumáticos: Asegure un agarre perfecto y un confort óptimo.
Compruebe los frenos: Evita sorpresas y mantén la seguridad en tus trayectos.
Prueba de conducción: Comprueba que todo funciona y disfruta de cada kilómetro sin sorpresas desagradables.
Una vez realizados estos pasos, podrás volver a la carretera (o a la pista forestal) con confianza y disfrutar de la mágica primavera. Que salga el sol, ¡tu bici está lista!